AUSTIN – El Procurador General de Texas Ken Paxton presentó hoy un escrito legal ante la Corte Suprema de Estados Unidos pidiendo la desestimación de una impugnación constitucional a una ley de Luisiana que requiere que los médicos de aborto tengan privilegios de admisión en un hospital cercano. Aunque ningún paciente ha presentado una acción legal sobre la ley de Luisiana, los doctores y clínicas de aborto han recibido permiso para presentar esta demanda “en nombre” de futuros pacientes desconocidos e hipotéticos. Pero permitir que los proveedores de aborto traigan este tipo de reclamo les permite eliminar normas de salud y seguridad con las que no están de acuerdo, en detrimento de sus pacientes.
“Como presenciamos en el caso de Kermit Gosnell, que mató y hirió a mujeres en su clínica deficiente y peligrosa, la falta de regulaciones y normas para los proveedores de aborto puede conducir a condiciones inseguras y a veces potencialmente mortales para las mujeres que buscan abortos,” dijo el Procurador General Paxton. “La ley de Luisiana promueve la salud y seguridad de las mujeres al garantizar que los médicos de aborto puedan cumplir con estándares básicos de competencia. La única demanda en su contra fue presentada por proveedores de aborto que no desean cumplir con ella. Las mujeres merecen saber que cualquier médico que las trate tiene las habilidades necesarias para hacerlo.”
Alternativamente, el escrito legal de Texas insta a la Corte a revisar y anular su fallo en Whole Women’s Health v. Hellerstedt, que invalidó la ley de privilegios de admisión de Texas en 2016. La opinión de la Corte en Hellerstedt fue una desviación de su precedente anterior sobre el aborto y ha abierto la puerta a una serie de desafíos planteados por los proveedores de aborto a leyes desde la esterilización de instrumentos, hasta la dotación de personal adecuada en las clínicas, hasta normas de consentimiento informado y notificación parental. Los Estados tienen intereses considerables en la seguridad de pacientes y la protección de la vida de los no nacidos, todos los cuales se ven debilitados por la decisión errónea de la Corte en el asunto Hellerstedt. Por lo tanto, dada la oportunidad, Texas ha pedido a la Corte que repudie su decisión previa en Hellerstedt.