Al comprar un vehículo usado, especialmente después de un desastre tal como una inundación o huracán, los consumidores deben estar alerta de daños causados por inundación.
Algunos comerciantes o personas particulares pueden buscar cómo aprovecharse de los consumidores con la intención de vender vehículos dañados por inundación después de un huracán o tormenta severa que haya causado inundaciones. A pesar de que hayan limpiado el vehículo, puede tener daños ocultos, presentando riesgos tanto mecánicos como de seguridad para el comprador.
Busque señales que indican la inundación. El Departamento de Vehículos Motorizados de Texas (DMV) ofrece una lista para ayudar. Siempre examine el título de papel del vehículo antes de comprar y revíselo para saber si ha sido marcado como rescatado o dañado (“salvage” en inglés). Para un vehículo que ha sido dañado por inundación, las palabras en inglés “Flood Damage”, que indican daño de inundación, deben estar incluidas en el título del vehículo. No divulgar dicha información puede ser una infracción de la ley.
Pida una inspección del vehículo de un mecánico independiente y competente que no tenga relación con el comerciante. Ya que el daño de inundación es difícil de detectar, contratar a un mecánico para una inspección puede darle tranquilidad.
Examine el historial del vehículo con un servicio privado que puede investigar reclamos de seguros. Visite la página del Sistema Nacional de Información de Títulos de Vehículos Motorizados para una lista de los proveedores aprobados. Si sospecha un fraude, presente una queja.